31.10.10

El mourinhismo

A veces me gustaría saber qué le habrá hecho Pellegrini a Inda para que este le dedique una campaña de prensa tan ruin y ventajista como la que su periódico lleva a cabo desde hace muchos meses.

En mi vida creo que sólo he visto una persecución más feroz que esta, la que en su momento dedicó (y a ratos aún dedica) José Ramón de la Morena contra Clemente.

Pocas veces habremos visto a entrenadores más educados y trabajadores que Pellegrini. Y muy poquísimas veces habremos visto a entrenadores que han sacado tanto rendimiento a una plantilla con agujeros, mutilada a pocas horas de empezar la Liga y con una directiva que le ninguneó desde el primer momento.

Inda puede comparar todas las estadísticas que quiera entre este año y el pasado, pero el buen trabajo de Mourinho se ve favorecido por una directiva a sus pies que le ha cumplido todos sus caprichos mientras el dinero ha alcanzado. Pellegrini, en cambio, no tuvo ni el menor respaldo cuando se las tuvo tiesas con Guti, la prensa le acosaba y aún así plantaron cara al mejor equipo del mundo, que venía de ganarlo todo el año anterior, hasta la última jornada.

Es como si alguien se ciscara en la madre del seleccionador croata de baloncesto por haber perdido la final de los Juegos Olímpicos de Barcelona contra el Dream Team, cuando a Pellegrini habría que ponerle una estatua en el Bernabéu.

Y luego tenemos este mourinhismo desaforado en la prensa y directiva madridistas: si el portugués suelta un exabrupto no es mala educación: es una táctica psicológica. Si pone a un jugador a los pies de los caballos es que lo hace por su bien. Si insulta a la prensa, esto se convierte por arte de magia en una forma de proteger a sus jugadores. En mi vida había visto a la prensa poner culo y vaselina, pero con Mourinho todo es posible.

Lo cierto es que Mourinho es uno de los mejores entrenadores del mundo. Tal vez el mejor. Pero tanto pelotilleo, tanta noticia sobre cualquier nadería y tanta defensa a ultranza de sus virtudes, reales o inventadas aburre un montón.

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