10.4.15

Los 14 municipios más bonitos de Portugal (II)

Seguimos con este recorrido por algunos de los municipios portugueses que más me han gustado y que os recomiendo visitar si pasáis por Portugal. Para ver la primera parte, con los puestos del 14 al 7 de mi lista podéis consultar este enlace

Empezamos donde lo dejamos en el artículo anterior: en la costa del Alentejo, pegados al Algarve.

7 - Odemira

Alteirinhos, Zambujeira do Mar (Odemira, Portugal)

Justo al norte de Aljezur está Odemira. El  mayor municipio en extensión de Portugal tiene un interior no demasiado interesante pero una costa que es un espectáculo, con lugares tan bonitos como el Cabo Sardão, las playas de Almograve y Alteirinhos o el pueblo de Vilanova de Milfontes y su atalaya sobre la desembocadura del río Mira.

Si pasáis por el Alentejo litoral camino del Algarve es buena idea llegar unas horas (o días) más tarde con tal de disfrutar de las playas y paisajes de Odemira y Aljezur.

6 - Sesimbra


Mosteiro do Cabo Espichel (Sesimbra, Portugal)

Debo confesar que fue un descubrimiento tardío. Sesimbra me horrorizó en la primera visita, cuando tenía apenas 14 años, y no me sedujo en la segunda ya con 30. A partir de la tercera, sin depender de transporte público, la cosa cambió.

El pueblo, bastante renovado y que casi ha duplicado su población en los últimos 20 años, fue una antigua aldea de pescadores coronada por un castillo que tiene unas vistas preciosas. Hay restos de un fuerte en la zona del camping, pero estaban destrozados en mi última visita. El pueblo en sí, ni fu, ni fa, pero hay multitud de restaurantes que ofrecen un pescado fresco a la parrilla que no podéis perderos. Están especializados en el espadarte, un tipo de pez espada.

A pesar de su poco seductora capital Sesimbra tiene auténticas maravillas en su término municipal, como las playas de Lagoa de Albufeira o Aldeia do Meco; monumentos como el Mosteiro da Nossa Senhora en Cabo Espichel o la parte que le toca de la Serra da Arrábida, que en su mayoría pertenece a Setúbal, municipio donde se encuentra el famoso convento de esta montaña y la playa do Portinho, que es espectacular.

5 - Alijó

Barcos en Pinhão (Alijó, Portugal)


La gran meca del turismo interior y enológico de Portugal es sin duda la Región del Vino de Oporto, que se extiende a ambas orillas del Duero desde la frontera española hasta las tierras situadas a unos 50 kilómetros del este de Oporto. Fue la primera Denominación de Origen protegida del mundo, creada a instancias del célebre Marqués de Pombal.

Y de todos los municipios que están en ella me quedaría con Alijó, donde está la población de Pinhão, en un recodo del río en el fondo de un valle cuyas paredes están cubiertas en gran parte por viñedos, desde el agua del embalse hasta la cumbre. En Pinhão se pueden contratar visitas a las bodegas y o una excursión fluvial, además de ser parada de los cruceros que recorren el Duero desde Barca D'Alva hasta el mismo Oporto. También merece la pena darse por las tierras de vecino Tabuaço y el valle del río Távora.

4 - Vila do Bispo

Praia do Zavial, Vila do Bispo (Algarve, Portugal)

Uno de los municipios más fáciles de localizar de la península es el de Vila do Bispo, ya que se sitúa en esa esquina en la que la costa pasa de ir de norte a sur a hacerlo de oeste a este. Más allá de esta curiosidad geográfica Vila do Bispo es mi municipio preferido del Algarve y eso es mucho decir, con lugares tan bonitos como Tavira, Monchique o el ya mencionado Aljezur.

La costa occidental es muy abrupta, pero también con  amplias playas semivírgenes como Cordoama o Castelejo, a las que se llega por pistas de tierra que se adentran entre las colinas cubiertas de jaras y que no eran todo lo regulares que podrían.

La costa sur, algo menos escarpada y algo más verde tiene pequeñas playitas como Beliche, donde hay un fuerte que el mar está reclamando palmo a palmo, la ventosa Zavial o la casi desconocida playa de As Furnas a la que hay que llegar por senderos. También hay lugar para las primeras manchas de especulación en Salema o entorno al puerto de Sagres.

Y entre ambas el entorno del Cabo São Vicente, la esquina sudoeste de la península ibérica, con grandes acantilados casi verticales en los que ha habido que lamentar alguna desgracia personal.

La capital es un pueblecito muy bien conservado, de casas encaladas y por el que es muy agradable pasear.

Por cierto, en este municipio estaba la escuela de navegación que convirtió a Portugal en la vanguardia de la exploración marina del siglo XV.
 
3 - Óbidos


Óbidos (Portugal)


Óbidos es una de mis grandes debilidades. Se trata de una población entre Leiria y Lisboa cuyo principal atractivo es su castillo, uno de los mejor conservados de Portugal, y el pueblo que se encuentra dentro de la muralla, muy bien cuidado y uno de los orgullos del país vecino, habiendo quedado segundo en la lista de las Siete Maravillas de Portugal

La belleza de Óbidos es tal que formó parte de la dote de buen número de reinas portuguesas y hoy en día es lugar habitual de concentración para la selección de fútbol de Portugal.

Se puede hacer un paseo por la parte superior de las murallas, con unas vistas excelentes del entorno, el castillo y el pueblo. Da un poco de vértigo debido a la altura de sus muros, pero merece la pena.

Fuera de la capital municipal, Óbidos tiene hermosas playas y una laguna litoral, la Lagoa de Óbidos, donde se pueden ver numerosas aves, y una buena lista de patrimonio histórico como el Senhor Jesus da Pedra, a los pies del castillo o los restos romanos que se creen parte de la perdida Eburobrício, además de iglesias, capillas y hasta un monasterio en ruinas.

Por si le faltaba atractivo o aún estabais buscando una excusa para ir, del 16 de abril al 3 de mayo de este 2015 celebran una nueva edición del festival internacional del chocolate.

2 - Santana (Madeira)

Penha d'Águia (Faial, Madeira)

Santana es un espectáculo para los ojos, uno de esos lugares que hay que visitar antes de morirse por la cantidad de cosas que se pueden ver y visitar.

Se trata de un municipio con muchos contrastes: costero, pero casi sin playas. Zonas donde la naturaleza está "europeizada" y zonas donde prospera la naturaleza macaronésica virgen en todo su esplendor y que está considerada como Patrimonio Universal de la UNESCO, edificios que podríamos encontrar en cualquier lugar del norte de Portugal y cabañas isleñas con techo de paja y que se conocen como palhoças. O una inmensa roca en medio de un paisaje con suaves ondulaciones.

Y agua, agua por todas partes. Cascasdas, acantilados, torrentes y barrancos por todas partes, un lujo para la vista.

Varias de las más famosas levadas de Madeira discurren total o parcialmente por su término municipal, tanto por la costa, como por el interior. Tuve ocasión de recorrer la de Os Balcões, en Ribeiro Frío y la de Caldeirão Verde / Caldeirão do Inferno, que ha sido el recorrido más alucinante que hice en mi vida. Fue como pasear por una película, con esas nieblas enganchadas a los valles y esas cascadas cayendo desde las nubes.

1 - Sintra

Casona en Sintra

Siempre que me han preguntado he dicho que si sólo dispones de un día para ver algo de Portugal tu destino tiene que ser Sintra. Y es que no importa lo de acuerdo que la gente esté con uno u otro ranking de "pueblos más bonitos de Portugal" que normalmente Sintra siempre estará entre los primeros o el primero. Una cosa: Sintra es un pueblo bastante pequeño, pero el municipio ronda los 380 mil habitantes. Más que Vigo, por ejemplo.

Sintra es un lugar extraño: es una ciudad en un monte en medio de una llanura, construida entre árboles en un sitio que no los tiene y con una arquitectura maravillosa en una zona que no destaca por este concepto. Esta singularidad ha atraído al poder económico y político de Portugal desde que existe como país y fue residencia habitual de los reyes durante los meses de verano, que le dedicaron numerosas atenciones en forma de privilegios, inversiones y obras. Buena parte de este patrimonio se perdió tras el Gran Terremoto y por eso casi todo lo que ha llegado es posterior a este evento y procede de los siglos XIX y XX.

Con lugares tan imprescindibles como la Quinta da Regaleira, el Castelo dos Mouros o el Palácio da Pena, Sintra es un lugar mágico, con mucho para ver y visitar.

Azenhas do Mar (Sintra, Portugal)

Pero no es lo único para ver y visitar. Una de mis mayores debilidades de la región de Lisboa es el pequeño pueblo de Azenhas de Mar, en la freguesía de Colares, en la costa y cuyas casitas blancas bajando por el acantilado forman una imagen muy reconocible. Azenhas produce un vino muy famoso producido por vid que se plantaba a través del acantilado y que tardaba muchos años en crecer hasta ser productiva.

Y otro punto singular es el Cabo da Roca, también en Colares, que es el punto de la Europa Continental más occidental. Si vais a verlo cuidado con los fuertes vientos.



Y hasta aquí el recorrido por estos municipios. Revisando la lista me vienen a la mente muchos otros lugares de gran interés que me he dejado atrás: Porto Moniz, Tavira, Calheta, Monchique, Guarda, Covilhã, Marvão, Grândola, Mira, Cantanhede, Ourém, Leiría... tantos y tanto sitios por ver que es inevitable que cualquier lista que se haga sea una injusticia.

Así que si os apetece y os ha gustado este recorrido, podéis ver más lugares fantásticos de Portugal, nuestro desconocido y maravilloso vecino, en los siguientes enlaces.

http://viajesporiberia.blogspot.com.es/search/label/portugal
http://lugaresadescubrir.blogspot.com.es/search/label/portugal

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