De las mamarrachadas

Recientemente he visto carteles por toda la universidad en que una panda de mamarrachos que responden al nombre de AMI acusan a la Guardia Civil de "terrorista", ya que al parecer, detuvieron a muchos de sus miembros y registraron sus sedes.

Todo esto viene a raíz de que uno de sus miembros colocara una bomba en un cajero automático, intentando, según su retorcida visión de las cosas "defender la tierra", y del envío de una carta bomba a un ex-miembro de la organización.

Pues bien, uno no defiende a su tierra poniendo bombitas en los cajeros automáticos de la mayor caja de ahorros local. Que conste que mi cabreo es mayor porque soy cliente de dicha entidad, y que aunque jamás usé ese cajero en particular, podría haberlo usado, ya que es una calle por la que paso con cierta frecuencia... simplemente "non cadrou".

Que no me vengan con la milonga de que "hubieran avisado a la policía" para impedir daños personales, al estilo ETA, porque lo cierto es que al tío lo detuvieron y fue entonces cuando confesó. En caso de que no le hubieran cogido, aún hubieran pasado unos minutos antes de llamar a la policía... pero claro, imaginemos que un cliente cualquiera entra al cajero (eran las fiestas de Santiago, y eso implica muchíííííísima gente con necesidad de dinero fresco, y esa sucursal está bastante cerca del campo de la fiesta), el mecanismo falla, y ya tenemos un muerto.

Que tampoco me vengan con la milonga de "estado represor", porque lo de la carta bomba, ni es muy socialista, ni muy democrático: es simplemente ser muy hijo de puta.

Pero en fin, no se puede esperar más de un grupo que glorificó una valerosa acción militar contra un cruceiro abandonado, demolido por una bomba hace 25 años, por un grupo llamado LAR. "Una experiencia combatiente" lo llamaron.

En lo que a mí respecta, tengo bastante claro quien es el terrorista y lo que haría con la llave si tuviera acceso a ella.