Una de las cosas que más pueden envenenar una convivencia son las diferencias culturales, y en mi caso, ciertamente está ocurriendo un poco.
Resulta que una de mis compañeras francesas tiene como costumbre saludar (cuando lo hace) con un gruñido, molestarse terriblemente cuando le haces la observación de que "a lo mejor" era buena idea pasar la fregona cuando ha dejado un charco "que-nin-Dios" en medio de tu salón (cuyo piso es de madera) porque ha dejado allí la ropa a secar y no ha tenido la inteligencia suficiente para centrifugarla previamente, y básicamente comportarse como si el mundo estuviera en guerra con ella. Es que ni siquiera se le puede preguntar si está bien cuando tiene un catarro.
En fin, recuerdo que Francia estaba llena de ese tipo de gente, y por eso me gustó tan poquito... el caso es que creía que era un problema de la zona en la que estaba, pero al parecer, no era así.
Otra cosa más ocurrió, y aunque no tengo la certeza que fuera culpa suya, atando cabos (básicamente porque no había nadie más en el piso), he llegado a la conclusión de que también ha sido ella: resulta que un día barrí mi habitación y con las prisas (tenía que irme) olvidé el recogedor en mi habitación si haberlo vaciado... y cuando volví, efectivamente, allí seguía... pero su contenido estaba en un montoncito en el suelo, de lo cual deduzco que mi estimada compañera necesitaba de escoba y recogedor, vació su contenido en el suelo (¿qué le costaría hacerlo en la bolsa de la basura?) y cuando terminó de usar ambos los devolvió a mi habitación sin tomarse la molestia de volver a barrer el contenido al recogedor.
En resumen, hecho de menos a mis compañeros de piso del verano (espero que me sigan echando de menos cuando le envíe las facturas pendientes :p)
3 comentarios:
Otros no te echamos tanto de menos... quelosepas xD
¡Pero qué dices! ¡Si no podéis vivir sin mí!
Es bueno que te lo creas, sisi, muy bueno xD
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