4.8.08

Apadrine a (ciertos) políticos catalanes por caridad

Pobrecillos ellos. Tan incomprendidos, tan sacrificados, tan poco amantes de la publicidad.

El caso es que hace unos días un político, Lluís Suñé, se inventó en su blog una campaña que venía diciendo "apadrine un niño extremeño por mil euros". Obviamente a los extremeños les sentó como una patada en los morros y se acordaron de los antepasados de tan ilustrado literato.

Y hoy salió un ex-diputado de ERC defendiendo a Suñé y llamando malnacidos a los extremeños por no agradecer la excesiva solidaridad catalana con Extremadura

El caso es que una de las cosas que más escuece a los catalanes es que por Extremadura pasan dos autovías bastante nuevas y les molesta que un territorio tan poco desarrollado industrialmente tenga dos vías de alta capacidad.

Lo que parecen ignorar estos políticos, supongo que de forma interesada, es cuáles son esas autovías y cuál es su función... lo mismo que pasa con el AVE que en el futuro también pasará por la región.

Las dos autovías son la A-5, que no va de Madrid a Badajoz, sino que es el tramo español de la autovía Madrid-Lisboa (es decir, para el conjunto del estado es una autovía muy estratégica porque permite conectar con la capital de uno de nuestros principales socios comerciales)

Por otra parte la A-66, todavía sin terminar, sigue la Ruta de la Plata y comunica los principales centros económicos de Galicia, Asturias, León y Castilla con Andalucía y es la ruta que comunica al noroeste peninsular con el Sur sin necesidad de pasar por Madrid (y ese enorme caos circulatorio en que se han convertido las autovías y autopistas que la circundan). Para nosotros, los del noroeste, es de vital importancia que dicha vía se termine (está casi todo por hacer entre Benavente y Béjar)

En cuanto al AVE, tampoco será para que los extremeños lleguen antes a Madrid, sino para que Madrid y Lisboa tengan una conexión ferroviaria rápida que sirva de alternativa al avión. Nuevamente, una obra de suma importancia para el conjunto del estado.

Por otra parte el detallado estudio de las pelusillas de su ombligo no deja tiempo a los señores Suñé y Puig ver que estas autovías permiten a las empresas catalanas llevar sus productos a la capital lusa.

Si les escuece, siempre pueden pedir a estas empresas que no utilicen dichas autovías y que distribuyan sus productos utilizando únicamente las carreteras nacionales, disminuyendo de esta forma la necesidad de construir vías de alta capacidad por falta de demanda. Estoy seguro de que en Casa Tarradellas, Freixenet o la Editorial Planeta encontrarán un momento para acordarse a su vez de los antepasados de estos dos grandes estadistas.

Lo que hacen los malos políticos por dar la nota y recolectar votos (el uno) o atención (el otro)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Completamente de acuerdo contigo en la absoluta falta de gracia de la supuesta broma del Sr? Suñé.
Debo discrepar, en cambio, respecto a qué es lo que escuece a los catalanes.
No se trata de dónde o por qué se construyen autovías o líneas de tren de alta velocidad, que como tú indicas son útiles para todos.
En Cataluña también hay gente corriente, además de gente pobre. Cataluña no sólo es Freixenet y Casa Tarradellas, de la misma forma que Extremadura no es sólo Las Hurdes de los años 50. Extremadura también es la cereza del Valle del Jerte y las toneladas de jamón ibérico que se consumen en el mundo.
Siempre nos entenderemos mejor si procuramos derribar los tópicos y centramos los debates guardando la debida proporción de las comparaciones, por ejemplo extremeño pobre frente a catalán pobre, empresa extremeña frente a empresa catalana, infraestructura en Cataluña frente a infraestructura en Extremadura...Todo ello, claro está, si te apetece el debate´.

Contremo dijo...

Tienes razón. Donde puse "los catalanes" debí poner "los políticos catalanes". Y más que decir que "les escuece" debí poner "dicen que les escuece", porque en realidad lo que más escuece a un político es no tener un carguito y, tal vez, algo de atención mediática.

Mis disculpas por el error en la redacción. Uno escribe en caliente y pasa lo que pasa