21.3.06

Lugares a descubrir: L'île de Ré (Francia)

Tour de la Lanterne - La RochellePuente Sablanceaux-La PalliceNôtre Dame des ChâteliersLa Flotte-en-RéPuerto de St Martin de RéAncient Phare des BaleinesBlockhaus (búnkers alemanes en el Phare des Baleines)Hoy voy a salirme un poco de las rutas que estaba tocando y vamos a irnos a la Île de Ré, en el departamento francés de la Charente-Maritime.

La capital del departamento es la ciudad de La Rochelle, famosa por haber sido asediada por Richelieu durante las Guerras de Religión que asolaron Francia, ya que intentaba acabar con el protestantismo que se extendía por el país y uno de cuyos principales bastiones era esta ciudad. Esta guerra aparece retratada en "Los Tres Mosqueteros".

La Rochelle en sí es una ciudad con más fama que belleza, al menos a mi juicio (y tuve varios meses para verla), y salvo las torres que cierran su puerto y el antiguo faro de La Lanterne poco más tiene para ofrecer al visitante. Si acaso un paseo por el canal de Marans en bicicleta (un día de estos lo cuento, junto con una visita por el resto del departamento). Por tanto, nos olvidaremos de la ciudad y nos acercaremos a la Île, que es lo más interesante de los alrededores de la capital.

El paseo de hoy será en bicicleta en lugar de en coche, como hasta ahora, y por dos motivos principales: el primero es que es muchísimo mejor, ya que iremos por lugares por donde no pueden ir los coches, y el segundo es que del 11 de septiembre al 20 de junio entrar en la isla cuesta 9 euros... y el resto del tiempo 16,50 (!!!). Sólo una precisión: hasta dónde yo sé, en Francia el casco no es obligatorio (pero como ellos dicen, sólo es indispensable).
Más os vale madrugar para hacer este paseo porque son como 70 kms ida y vuelta. No es demasiado agotador porque el recorrido es completamente llano (salvo un par de repechos sin importancia)

El puente de acceso a la Île de Ré mide tres kms de largo, y es una estructura francamente impresionante. Puede cruzarse en coche (peaje), y además tiene dos carriles en cada sentido para peatones y bicicletas (gratuítos). Una vez que crucemos el puente nos meteremos en el carril bici que se ve en la foto (aunque la foto está tomada en dirección al puente), y que deberemos seguir hasta que un kilómetro más adelante cruce la carretera y se adentre en el bosque. En este momento deberemos abandonarlo y seguir por la carretera. Aunque los conductores franceses son en general más atentos que los españoles (al menos en esta zona), recomiendo ir con ojos en el cogote para no acabar en un hospital.

Una vez pasada la recta de bosque de Rivedoux-Plage, que es el pueblo que acabamos de cruzar veremos a mano derecha una antigua abadía derruida y que es nuestra primera parada: l'Abbaye de Nôtre Dame des Châteliers, que podemos admirar en la foto adjunta. Esta abadía está al lado de un castillo que pertenece a manos privadas y no puede ser visitado, y cuenta con el dudoso honor de ser uno de los castillos menos útiles que se hayan construído: jamás consiguió resistir a un asedio... y para colmo ni siquiera está en una posición estratégica.

Siguiendo por un camino de barro y arenisca llegamos a La Flotte-en-Ré, que es un pequeño pueblo de pescadores que cuenta con un bonito puerto y un interesante monumento a los caídos por Francia en las guerras mundiales.

Siguiendo por la carretera vieja y luego por una vía de servicio al lado de la nueva nos acercaremos al cercano St. Martin de Ré, la capital de la isla y el pueblo más bonito de la misma, con unas preciosas murallas, un hermoso puerto pesquero y una curiosa iglesia a medio destruir. Callejear por ella es un placer que no debemos dejar de experimentar.

Pasando St. Martin cogeremos un carril bici que nos llevará por la orilla del mar, y podremos apreciar la bahía de Loix, un pueblo que no tengo el gusto de conocer, y bordeando La Couarde nos adentraremos en Les Marais de Ré, las marismas dónde la gente local cultiva ostras y mejillones, entre otras especies de moluscos. La carretera por la que vamos casi no tiene coches ya que tan sólo los propietarios de una explotación mitilícola tienen permitido su paso por aquí en vehículos de cuatro ruedas.

Pronto veremos Ars-en-Ré, un pequeño pueblo cuya principal característica, además de un bonito puerto (muy diferente a los anteriores) tiene una iglesia cuya aguja ha sido horriblemente pintada de blanco y negro. Proseguiremos nuevamente por los Marais, para llegar a una zona en la que empiezan a aparecer prados donde varias docenas de caballos pastan apaciblemente.

Al llegar a la carretera la seguiremos hasta Les Portes-en-Ré y la Fôret du Lizay (aunque considero que ese pueblecito es una pérdida de tiempo) o bien (y esto lo recomiendo) nos acercaremos al Phare des Baleines, donde veremos sus dos faros: la rígida y alta torre del faro actual y el encanto del viejo faro, que es tan antiguo que en su torre se encendía una fogata para avisar a los barcos de la presencia de la isla. También es curioso ver los restos de dos Blockhaus (búnker) alemanes en la playa ya volcados tras haberse comido el mar la tierra que los sustentaba: aún así siguen intactos, como puede apreciarse en la fotografía.

Pues nada más, queda volver, y recomiendo hacerlo por la orilla sur de la isla para ir al abrigo del viento, por St Clément des Baleines (yo no lo hice porque desconocía el particular y tuve que comerme un temporal con viento en contra tremendo que me hizo bajar el puente andando... porque no conseguía avanzar ni pedaleando cuesta abajo), y así podremos visitar St Marie de Ré y su iglesia, y hacer una bonita visita a los viñedos de la isla (según parece el vino de la zona tiene cierta fama), bordear la playa de Sablanceaux (larguísima y también con un par de búnker) antes de enfrentarnos nuevamente con el puente

Ver en el Blog de Lugares a Descubrir

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