9.11.06

17 años sin Muro en Berlín

Aunque no lo he leído por ningún sitio, hoy se cumplen 17 años de la Caída del Muro de Berlín.

Es curioso que el diario "El Mundo", por ejemplo, dedique un pequeño espacio en su página principal al hecho que que los homosexuales portugueses han decidido premiar a la versión lusa de "Aquí No Hay Quien Viva" y ni una miserable línea a uno de los momentos históricos más importantes del Siglo XX, ya que simbolizó el final de la Guerra Fría que enfrentó al mundo durante más de cuarenta años.

Por su parte, "El País" habla de un espía que murió ayer y que participó en La Caída, pero sin mencionar la efeméride, lo que no deja de ser curioso.

Y Google News ofrece un panorama igualmente desolador.

¿Tan frágil es nuestra memoria? ¿Tan estúpidos somos como para no conmemorarlo y ni siquiera rememorarlo? De acuerdo que esto sucedió en Alemania, y que nos pilla lejos, pero fue un punto de inflexión histórico y sus consecuencias nos han afectado a todos.

Pensemos por ejemplo en lo que era la Unión Europea de entonces (la CEE). Ese Muro era una de sus fronteras, y hoy está a cientos de kilómetros de las fronteras actuales.

Pensemos en la situación geopolítica, con media Europa desconfiando de la otra media, y bajo una de las dictaduras más abyectas que conoció el siglo XX. Y todo esto bordeando peligrosamente una guerra nuclear a escala global.

Pensemos en nuestra práctica imposibilidad en visitar los países de más allá del Muro, y en que hoy por menos de 200 euros podemos estar allí viajando cómodamente en avión.

Hoy el mundo es más seguro porque ese Muro no existe, porque aquellos que lo erigieron ya no son una amenaza y porque la gente no muere por cruzar una simple línea trazada en un mapa al viajar por Europa.

Pero como dicen en Menéame, otros Muros se están levantando: en Israel, en China, en Estados Unidos...

No olvidemos lo que fue el Muro, y no permitamos que otros ocupen su lugar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Como tu bien dices, otros muros se han levantado. Pides sensibilización por uno hecho histórico y broche de oro de la guerra fría. Estamos más preocupados de pagar nuestras hipotecas y conseguir mejor "calidad" de vida y ni sabemos que le pasa al vecino. Insolidarios e insensibles, vivimos manipulados en una socio-economía ultra consumista, egoísta y destructura de los valores. Ojalá eduque a mis futuros hijos fuera de esta espiral involutiva.
Espero que entre todos contruyamos un futuro más esperanzador. Hoy o mañana o pasado sería bueno recordar a todos los que lucharon por "nuestras libertades"