Hoy es uno de esos días en que mi buzón de Hotmail ha sido salvajemente atacado por cartas cadena.
Poca cosa: el típico chiste que alguien que se cree graciosísimo escribió y que la gente reenvía por rutina, y un par de copias de uno de mis preferidos, la loa a la amistad cuyo origen se sitúa en algún lugar de Sudamérica.
¿Qué por qué es uno de mis preferidos? Pues porque quien me lo envía demuestra siempre que no es en absoluto mi amigo.
¿Y eso por qué? os preguntareis... pues simplemente porque si tu le envías una carta a alguien para demostrarle tu amistad, al menos te molestas en enviarla de forma individual y no "al mogollón" en un reenvío masivo.
O al menos pierdes unos minutos eliminando los centenares de direcciones de correo de gente a la que no conoces (ni deseas conocer) y que normalmente son algo así como el 70 a 90% de todo el texto. De hecho, en uno de los correos de hoy el archivo adjunto no vino... sólo una lista hipertrofiada de mails.
Ya habréis notado que ni exijo que la gente se curre algo original para demostrarme su amistad, ya que han decidido enviarme algo.
Al menos no he recibido el clásico hoax que asegura que Hotmail va a ser de pago a menos que reenvíe "sopotocientas" copias del dichoso mail que acaba de enviarte algún contacto bienintencionado.
¿Es que la gente no se para a pensar? ¿Hotmail de pago? Me la suda: mi cuenta principal está en GMail, que funciona bien, es rápida y no un truño insoportable como Hotmail o el incluso peor Live Mail que le va a sustituir. Y además integra Gtalk.
Si siguieran pensando un rato llegarían a la conclusión de que los spammers deben frotarse las manos cada vez que reciben una carta cadena, con centernares de direcciones de correo a las que atacar con publicidad. No me extrañaría que fueran ellos mismos los que lanzan estas cartas cadena y estos correos tan sumamente estúpidos.
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