Estaba visto. Badiola le hizo la gran putada a Juan Carlos Oliva y Aiestarán (o Ayestarán) ha decidido que si él no pinta nada en la toma de decisiones mejor se va para su casita, que ofertas no le faltarán de equipos de primer nivel.
Así que, tal y como temía, la liga española tiene un nuevo presidente showman, de la estirpe de Piterman, Gil, Caneda o Lopera, absolutamente convencidos de que están en posesión de La Verdad y de que saben más de fútbol que los que llevan una trayectora contrastada en planificación de plantillas y en el trabajo diario.
Y es que tener a un profesional de la más que demostrada talla de Pako Aiestarán para ningunearle y dejarle quedar mal ante un entrenador al que tenía fichado por capricho es un lujo que no se puede permitir casi nadie.
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