Hace unos días, yendo en tren de Vilagarcía a Pontevedra vi un precioso bosque de pinos, y no sé por qué me vino a la mente que eso no podía durar... algún subnormal decidió que era demasiado bonito para existir y le prendió fuego. Dos días después vi desde el tren que me llevaba de vuelta cómo era pasto de las llamas.
No sabemos exactamente cuál es la razón que lleva a esta gente a quemar una de las cosas más hermosas que hay sobre la faz de La Tierra. Tal vez sean temas políticos, enfermedad mental, avaricia... o una combinación de éstas con una buena dosis de estupidez congénita.
Sobre el primero de los temas es bueno recordar cuando Fraga, en su primera legislatura, salió sacando pecho en la televisión hablando sobre la eficacia de su primer mes de verano como presidente, cuando las recién estrenadas cuadrillas antiincendios habían controlado casi todos los conatos con eficacia y Galicia vivió su primer mes de Julio tranquilo en muchos años. Al día siguiente de que se emitiera la entrevista Galicia ardió como nunca antes. Y como creo sinceramente en la estupidez y ruindad humana, no me extrañaría que ahora un ataque de cainismo por parte de algunos fetos mal paridos les haya llevado a prender fuego al monte para joder al actual gobierno bipartito. Justo como en el pasado.
En el segundo caso, en mi pueblo había un chico que disfrutaba quemando cosas: un pirómano nato. Cuando era pequeño ya hacía estas cosas, y siguió haciéndolo hasta que con 25 años lo pillaron con las manos en la masa.
La avaricia correspondía a constructores y madereros (unos pocos, no todos), que incendiaban los montes para obtener terrenos recalificados a bajo coste o madera barata. Los cambios legislativos paliaron esta lacra.
Y la estupidez es cosa de aquellos que queman el monte de un vecino por joderle, sin darse cuenta de que un incendio hace que todos perdamos.
Cómo dije antes, no sé cuál es la causa, y hasta hay un rumor que últimamente cobra cuerpo en la zona de la frontera galaicoportuguesa: que son los franceses.
En efecto, cuando llega agosto (el mes en que tradicionalmente más incendios se producen) es cuando llegan en masa los emigrantes de Francia de vacaciones, y la gente empieza a asociar lo uno con lo otro.
Otro de los rumores, que ha podido ser comprobado empíricamente, es que algunos miembros (o más frecuentemente, ex-miembros) de las cuadrillas contraincendios han iniciado fuegos. Algunos para que no les falte el trabajo. Otros eran pirómanos. Y ahora que nuestra nueva Xunta las ha eliminado se vengan por haberse quedado sin trabajo veraniego.
Hablando sobre esto último, ha habido un relevo en los máximos responsables del área, y la gente que había estado a cargo durante el gobierno anterior, y cuya valía había quedado demostrada desde el primer momento, fue substituída por "amigos" de los nuevos gobernantes, a los que les queda el puesto un poco grande. Espero que aprendan a marchas forzadas, porque ya sabemos que aquí nadie dimite y nadie es cesado.
Para muestra de su inexperiencia queda un botón: durante los últimos años patrullas del ejército de tierra patrullaban los bosques gallegos, y este año se quedaron en los cuarteles... hasta que fue demasiado tarde. Supongo que el año que viene no harán tanto el ganso.
Y a todo esto, algún periódico como "El Correo Gallego" (sí, es afecto al PP, pero cuando tienen razón, hay que dársela) se pregunta si la gente de "Nunca Máis" está en la playa o es que esto no es una catástrofe que merezca su atención.
Actualización: Estos días no tengo mucho tiempo para actualizar las cosas por motivos estrictamente personales. En cuanto pueda os ofreceré una selección de enlaces para que podáis ampliar información sobre toda esta tragedia. Os recomiendo que visitéis meneame.net y busqueis por el tag "galicia", o bien que leáis periódicos gallegos como "La Voz de Galicia" (que está haciendo un buen seguimiento), o el "Faro de Vigo", entre otros.
4 comentarios:
Una verdadera pena.
Yo también estoy indignado por esta noticia:
http://www.20minutos.es/noticia/146560/0/hablar/gallego/incendios/
Esos también son como los pirómanos.
Estoy contigo y rechazo de plano toda esta barbarie que nos rodea en Galicia. No se las causas, pero estoy segurisimos que las economicas priman sobre el resto, bueno, esas y la ineficacio politica historica que padecemos en Galicia
Me gustaria que de una "puta vez" hubiese una normativa de montes minimamente decente que potenciara el rural, que creara medidas de prevencion, que otorgase el valor que tiene a nuestras tierras y nuestros montes,...para no llegar que este desastre que este año padecemos, pero que siempre ha existido y, lamentablemente si esto sigue asi, los proximos años seguiremos sufriendo hasta que seamos una tierra sin "nuestro caracteristico color verde"
Un saudo paisano
El problema de todo esto es que encontrar una solución es complicado. En una ocasión escuché una, que trataba de incentibar a los residentes de la zona con devoluciones o disminuciones de impuestos por mantener una zona verde. Evidentemente en esa zona no habían incendios porque los vecinos estaban al tanto de que no hubieran, por sus propios bolsillos, y es que al final, el vil metal es el que manda.
Hay cambios en la legislación que prevén multar a aquellos que no limpian el monte.
Es una medida estúpida y contraproducente, ya que la mayor parte de los propietarios no tiene ni tiempo ni dinero para afrontar algo parecido.
Además, limpiar los montes es una solución mala, porque lo que crece en el monte debe permanecer allí: hay un ecosistema formado que depende de ese matorral, ya que cuando estas plantas mueren (y los helechos mueren cada año, por ejemplo) aportan nutrientes al suelo. Limpiarlos cada año sólo serviría para empobrecer el suelo y dejarlo a merced de la erosión... justo lo que también provocan los incendios, pero más rápido.
Las soluciones, como podemos ver, son escasas y ni siquiera son buenas. Lo único que se me ocurre es que vuelva a patrullar el ejército por los montes (para algo tienen que servir), como en años pasados, pero en mayor número, ya que aunque no pillen a nadie, al menos intimidan.
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