Siguiendo con el repaso a las nuevas series que se están estrenando en el otro lado del charco, hoy hablaré de lo nuevo de Kevin Smith: Reaper y de una miniserie de tres capítulos llamada Fallen.
El argumento de Reaper tiene muchos puntos en común con el de Tan muertos como yo (Dead like me), y de hecho, hasta comparten uno de los protagonistas.
Sam es un chico que averigua el día de su 21 cumpleaños que sus padres vendieron su alma al diablo antes de nacer él, y por ello ahora estará a su disposición para ir detrás de almas que se escaparon del infierno y devolverlas a él. Lástima que sea vago y descerebrado, además de un cobarde.
Pero donde Dead like me tenía humor negro y bastante clase, Reaper lo fía todo al humor para adolescentes y a la bufonada fácil. Y aún así notas que le falta gas, que no tiene la mala leche que destilaba Dogma, por ejemplo.
Dentro del reparto destaca Nikki Reed, que tuvo su momento de gloria hace unos años, cuando protagonizó Thirteen (también fue co-guionista), pero, por lo visto, fue substituida por Missy Peregrym (o eso o hay un fallo en la imdb). También está Tyler Labine, que había estado en Invasion y Ray Wise, que saltó a la fama como el padre de Laura Palmer en la mítica Twin Peaks, y la verdad es que da bastante pena.
Fallen por su parte ya ha sido estrenada y cuenta la historia de Aaron, un nefilim, mitad ángel, mitad humano, y que es perseguido por una tropa de ángeles cuya misión es eliminar a aberraciones como él. Pero Aaron no es un nefilim normal: hay una profecía que dice que gracias a él los ángeles caídos con Lucifer serán perdonados y volverán al cielo.
La serie es bastante lamentable la verdad, y por destacar algo destacaré la belleza de Fernanda Andrade (guapísima) y el terrible declive de Tom Skerrit, y la querencia de algunos directivos de márketing por poner a modelos maquillados para hacer de tipos duros, cuando está bastante que unos paisanos con pinta de haber salido de un catálogo del C&A y con peinados estrafalarios no dan el perfil para ese tipo de papeles.
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