26.8.07

¿Para qué sirven los secretarios de estado de Universidades?

Después de las paridas de Carmen Calvo y Jesús Caldera, aderezadas con los alardes intelectuales de Cristina Narbona y María José Trujillo, nuestro gobierna presenta un nuevo candidato al Club de la Comedia. Se trata de Miguel Ángel Quintanilla, secretario de Estado de Universidades.

Muy avisado no debe estar ese señor acerca de las labores asociadas a su cargo... o es uno de esos vendedores de humo que en todo gobierno existen y que se dedican a tratar de convencer al vulgo (nosotros) de que, en realidad, no es que España vaya bien... es que va de puta madre.

Veamos... estaba yo leyendo la siguiente noticia de El País cuando leo el siguiente párrafo (si no estáis sentados... cuidado)
Recientes estudios dicen que la diferencia de salarios cada vez es menor -aunque aún haya bastante- entre los titulados universitarios y los que sólo completan la enseñanza obligatoria.

Esto último lo interpreta de dos maneras el secretario de Estado de Universidades, Miguel Ángel Quintanilla. Una positiva: que la sociedad española cada vez es más igualitaria; y la negativa: que existen desajustes entre la formación universitaria y las demandas del mercado laboral.
Y olé! Con más cojones que una manada de morlacos, acaba de echar balones fuera: que un titulado universitario cobre poco más (eso de "bastante" no es en ninguna de las ofertas de trabajo que puedes ver en Infojobs, por ejemplo) que un FP o uno con el graduado escolar es positivo porque la sociedad española es más igualitaria... hay veces que me pregunto, dadas las políticas de igualdad de este gobierno, cuál es la definición del término que aparece en sus diccionarios. Y por si faltaba algo, encima la culpa es de la universidad. Sólo faltaba que nos echara la culpa a los titulados.

Pongamos por caso mi empleo. Soy titulado y trabajo en una empresa de informática como programador. Las diferencias que hay entre mi formación y la que tienen los que llegan de FP es sencillamente abismal. No hay otra palabra para definirla.

Es la diferencia entre código spaghetti y programación estructurada/orientada a objetos... o si lo preferís y os da pereza buscar los términos, es la diferencia entre tener la información perfectamente compartimentada, con los flujos de información bien definidos y separados y una programación modular y orientada al mantenimiento (con programas cuya lógica principal ocupa no más de 200 líneas) a cristos dónde todo está mezclado y su lógica principal se va a las 800, 1200, 1500 líneas y no hay dios que le haga un mantenimiento/modificación en condiciones.

Y sin embargo, sólo cobro un poco más que ellos. Toda la caña que me dieron en la universidad, todo el esfuerzo invertido, un erasmus en Francia y tantas y tantas noches sin dormir delante del ordenador tratando de que las prácticas fuesen técnica, metodológica y funcionalmente correctas para eso. ¡Viva la igualdad! Ya que estamos, ¿no podrían igualarme el sueldo al del señor Quintanilla?

Al menos nos queda el consuelo de cobrar más que los titulados de una potencia como la República Checa... y menos mal que el PSOE iba a arreglar todos los problemas de la universidad, de la precariedad de los becarios investigadores y de la madre que los parió.

En fin, que puestos a vender la moto, por lo menos que disimulen su propia incompetencia.

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