Rara como un perro verde. O de colorines, lo que prefiráis.
Se trata de la segunda peli del director de Donnie Darko, y es muchísimo más rara que aquella. E infinitamente peor: no gustó ni a los fans de Donnie Darko. Es más, la mayor parte de las críticas elogiosas hacia Southland Tales se basaban en decir lo genial que era su director y lo buena que era su peli anterior. Y a mi ya no me había gustado Donnie Darko.
Cuenta varias historias entrelazadas que se resolverán al mismo tiempo: la historia de Boxer Sandaros (The Rock), un actor relacionado con el Partido Republicano unos meses antes de las elecciones de 2008.
La historia del senador Frost, su suegro y padre de USIdent, una opresiva agencia de seguridad constituida tras unos ataques nucleares contra Texas en 2006.
La de los neomarxistas, que se oponen al brutal recorte de libertades civiles propuesto por USIdent (incluso se necesita visa para pasar de un estado a otro).
La de Roland Taverner (Sean William Scott), veterano de Irak y relacionado de alguna forma con los neomarxistas y con Sandaros.
La de su mejor amigo (Justin Timberlake), traumatizado por una esquirla de metralla recibida en Faluyah... de una granada lanzada por Taverner.
La de Krysta Kapowsky, alias Krysta Now (Sarah Michelle Gellar), ex-actriz porno que lleva un magazín de actualidad y tiene una aventura con un amnésico Sandaros.
Y la del barón, un científico loco que ha descubierto una forma de energía revolucionaria (el karma fluído) que soluciona los problemas causados por la caótica situación política mundial tras la Tercera Guerra Mundial.
La historia arranca con un repaso a lo ocurrido desde la deflagración nuclear hasta 2008: restricciones totales a los derechos en Estados Unidos convertidos en un país más deshumanizado que nunca y con una población a merced de unos líderes abusivos que tienen en USIdent a una suerte de Gran Hermano. El ataque al eje del mal se convierte en la Tercera Guerra Mundial y el Estrecho de Ormuz bloqueado pone al mundo al borde del colapso energético. Por eso es tan importante el karma fluído.
Pues con estos mimbres el director y guionista construye una trama confusa, delirante, con actores que están perdidos entre la maraña de cameos, giros argumentales y rarezas varias. Con decir que The Rock es el mejor la mayor parte del tiempo queda todo dicho. Y lo más salvable el escote que luce Bai Ling (que se ha aficionado a este tipo de atuendos en sus últimos trabajos) y el cameo de Kevin Smith, junto con el de John Lovitz (nunca pensé en verle como psicópata).
Y lo más interesante del guión, los flashes informativos (candidata por el Partido Demócrata en 2008: Clinton). El resto un desastre.
Casi me quedo con In the name of the King (¡quién me lo diría ayer mismo!)
2 comentarios:
bailing pero que coño es bailñing...
Bai Ling (no "bailing) es esta señorita: http://es.wikipedia.org/wiki/Bai_Ling
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