Había una vez un circo...

Pues sí, a falta de unos días para las elecciones el circo electoral marcha a pleno rendimiento. He visto muchas campañas surrealistas, pero como esta, poquitas.

Por ejemplo aquí en A Coruña tenemos un Partido Galeguista que se empeña en poner la cartelería en castellano, llamar "La Coruña" a la ciudad y se ha llevado a Los Brincos a varios de sus mítines. Otro de los partidos tiene por siglas el apellido de su candidato (un rebotado del PP), al más puro estilo GIL. Izquierda Unida, que siempre se las da de ir de mano de Los Verdes, pues defiende un segundo puente sobre la ría de O Burgo (justo lo que necesita la ciudad: más coches y un impacto ambiental majo... por si no estaba lo suficientemente jodida la ría).

Pero eso no es nada: un candidato de Lugo se disfrazó de futbolista y uno de Ferrol de surfeiro. Había que verle con su barba y sus años enfundado en el neopreno y poniendo cara de Keanu Reeves en "Le llaman Bodhi". Al menos no se puso mechas (tampoco podría: es calvo).

Fuera de Galicia me quedo con dos numeritos de Esperanza Aguirre: una vez que acudió a la sede del partido en bicicleta, acompañada de dos ciclistas profesionales y gente varia, y cuando inauguró un hospital que aún no está equipado y tardará meses en funcionar. No nos olvidemos tampoco, ya que estamos en Madrid, de los voluntarios-pagados-pero-con-contrato-precario del candidato socialista a la alcaldía, señor Sebastián.

También estuvo simpático el alcalde levantino que no tuvo mejor idea que anunciarse en los edificios en construcción de sus coleguillas. Estoy seguro de que los electores se quedaron muy perplejos con tamaña sinceridad... y es que ya se sabe que a lo mejor acaba Con... fianza en el Futuro, que ya se las trae el eslogan (y variantes menos logradas: Confianza es futuro, Confianza es el futuro...)

Luego están los que insultan hasta a sus electores, los que sortean VPO's, los que exigen a los funcionarios que voten por correo para saber si han votado a su partido, los que imprimen papeletas, los que pidieron el voto mucho antes del arranque de la campaña y, por supuesto, toda la demagogia, todas las mentiras y todos los insultos habituales, y naturalmente, el choteo habitual con el dominio del Photoshop por parte de los publicistas de campaña.

Y esto termina el domingo. Votad en conciencia, pero no hagáis mucho caso de lo os prometen: si ganan lo negarán todo.