15.3.07

Transgresores

La enésima polémica artificial de este país es a cuenta de unas fotos en las que se abusa de la iconografía católica, presentando a varios miembros del santoral en actitudes de clara índole sexual (un Jesucristo con una erección, etc.) Podéis ver las fotos en este enlace de El Mundo.

Y digo que es artificial porque hace cuatro años que tales fotos fueron publicadas, y ya entonces Ibarra, presidente de la Junta de Extremadura (que fue el organismo que subvencionó el libro), pidió disculpas a quienes se pudieran haber sentido ofendidos.

Que salga la polémica precisamente ahora, a raíz de una denuncia del PP, con las elecciones municipales y autonómicas (también a la Junta extremeña) en el horizonte, me parece una torpeza más a añadir al largo rosario de métodos de desgaste absurdos que emplea dicho partido. Así no se va a ninguna parte, hombre.

Centrándonos más en las fotos, quedan claras dos cosas: la escasa capacidad creativa del fotógrafo, que recurre a la polémica más fácil y burda para intentar vender su obra (en su web aún sigue promocionándola... cuatro años después) y que el término
transgresor, como ya era sabido, sólo sirve para etiquetar a pseudoartistas sin imaginación y con ganas de ser famosos. Para entendernos, son el equivalente artístico de los programas de cotilleo televisivos.

Las fotos en sí son una de las provocaciones más estúpidas y flagrantes que he visto nunca y están pensadas para molestar al colectivo católico. Y no hay otra. Ya hay que tenerlos cuadrados para perpetrar algo como esto y luego apelar a la "libertad de expresión" como una niña ofendida. Mi impresión, insisto, es que se buscaba una polémica para intentar vender algo o levantar cierta polvareda mediática, a falta de mejores recursos para atraer público.

Y hablando de eso, he podido leer estos días bastantes opiniones defendiendo el derecho del fotógrafo a hacer algo así, acompañándolo de todo tipo de barbaridades ("a mí me ofende que haya sacerdotes pederastas"... ¡cómo si no hubiese ateos pederastas!), para justificar su postura. También se decía que se trataba de una parodia de la Iglesia... pero o mucho me equivoco o las parodias tienen un objetivo humorístico, que no es el caso.

En los últimos tiempos parece que a la iglesia y a los católicos se les puede insultar con total libertad y sin que tengan derecho a sentirse ofendidos.

Es cierto que muchos obispos tienden a hablar
ex-cathedra para soltar unas tonterías que avergonzarían a cualquier otro y presentándolas como La Única Verdad. Pero eso no justifica que se les falte al respeto a ellos (salvo si insultan... y en ese caso, al juzgado) y mucho menos a los católicos en general, que mayoritariamente no comulgan con las sesudas opiniones de los purpurados.

El ojo por ojo nunca fue un buen método... sobre todo si se emplea con quien no tiene nada que ver en todo el litigio.

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