Aunque solemos a olvidar la historia, hay acontecimientos que por su trascendencia debiéramos tener más presentes.
Uno de estos hechos fue la reunificación de Alemania, uno de los puntos culminantes de un proceso que había empezado apenas trece meses antes, cuando Hungría abrió sus fronteras y desencadenó con ello la caída del Bloque del Este y el fin de la Guerra Fría.
Símbolos como el Muro de Berlín o el Telón de Acero resistieron tan sólo unos meses. La voluntad popular fue más poderosa que 35 años de enfrentamientos entre sus gobiernos. Ojalá fuese siempre así.
Más aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario