Hace no mucho tiempo hablaba de las series que se estaban estrenando en Estados Unidos y había recomendado Kyle XY.
Bien, pues me desdigo. Cuatro capítulos que he visto han sido suficientes para que ahora mismo le tenga cierta ojeriza.
El piloto de esta serie estaba escrito con una elegancia exquisita, planteando una serie de interrogantes bastante interesantes acerca del protagonista, acerca de quien es y de dónde procede.
Pero a partir del segundo capítulo todas estas interrogantes se diluyen como un azucarillo y la serie se dedica a una serie repaso en clave de moralina acerca de los problemas de los adolescentes: la mentira, el sexo, etc... y todo en clave muy inocuo y muy "happy family".
Además de esto, tampoco ayuda el elenco protagonista: Matt Dallas tiene una cara de panoli como pocas que se hayan visto, y los personajes de los hijos de la familia que le acoge son respectivamente una adolescente preocupada por las apariencias y el cretino de su hermano menor, que dedica numerosos esfuerzos a lo largo del episodio a poner cara de "chico Martini" (ya sabeis, enarcar levemente las cejas para que aparezcan arruguitas en la frente, al más puro estilo Joel Grescht en Los 4400)
Junto con la descafeinada Vanished y la pedorra Blade (que no tiene ni la gracia de las versiones cinematográficas, ni su tensión, ni nada de nada), lo que menos me ha gustado de este arranque de temporada.
Lo de Vanished es para hacérselo mirar. Hace unos años Mimi Leder, una de los responsables de la serie, había fracasado con John Doe, una serie que partía de una premisa similar a la de Kyle XY: en medio de un bosque se encuentra a un hombre desnudo y sin recuerdos. Entonces fracasó porque el guión no sabía qué quería contar y Dominic Purcell no trasmitía nada (nada que ver con el Lincoln Burrows de Prison Break), y ahora fracasa porque no sabe como contarlo. El argumento parte de que la esposa de un senador desaparece (posiblemente secuestrada) justo antes de que éste tenga que tomar parte en una importante elección en el senado, para ratificar a un juez federal.
El protagonista de Vanished es Gale Harold, que ganó fama interpretando a Brian, el protagonista de Queer as Folk. Aquí intentan retratarle como un duro agente del FBI... y no lo consiguen. Ni de lejos. Vemos como se dedica a hacer el fantasmón por la serie, porque actuar, no actúa (impagable ver sus movimientos en escenas de acción), embutido en un traje que le sienta como un saco y mal afeitado. Todo el carisma que podía transmitir en QAF aquí brilla por su ausencia. A ver si la incorporación de Eddie Cibrian (Invasión) mejora un poco la serie.
El problema, sin embargo, no es Gale Harold, sino un guión blandito y que no transmite la supuesta tensión de los hechos que narra.
En fin, menos mal que esta semana empiezan Lost, Supernatural y Battlestar Galáctica...
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