9.3.07

Partido Impopular

Hay cosas que por más que uno piense no tienen sentido.

Como la actual estrategia del Partido Popular. Desde que perdieron las elecciones... perdón, desde que ganaron las elecciones de 2000 no hay quien les aguante. Les entraron unos modos autoritarios de los que no parecen tener ganas de desprenderse y parecen incapaces de asumir cualquier crítica, propia o ajena. Es sintomático lo que dijo Mayor Oreja nada más perder las elecciones, cuando Gallardón dijo que había que hacer autocrítica: "No es el momento para ello". En su caso, parece que nunca es el momento.

También hay que ver los barullos que monta doña Esperanza en la Comunidad de Madrid o la forma en que maneja temas como la ley antitabaco (de lo poco potable producido por el actual gobierno central), o los líos de televisiones, incluyendo el descarado sectarismo de Telemadrid o el hecho de haber puesto en marcha un segundo canal sin contar con las autorizaciones permanentes (y etc. etc.)

Estamos en un período un tanto movido de nuestra historia más reciente, y en lugar de tratar de ver las cosas con un mínimo de sentido de estado, la cúpula del PP parece empeñada en acosar y derribar al actual Gobierno. Huelga decir que lo habrían conseguido hace tiempo si no lo intentasen con tanto ahínco, porque la verdad es que el actual gabinete no está sobrado de inteligencias activas y ha sido bastante inane durante todo lo que llevamos de legislatura.

El caso es que es un poco incomprensible su actitud, porque cayendo mal a la gente no llegarán a ningún sitio. Un ejemplo es el caso del matrimonio homosexual, ya que estando a favor la mayoría de los españoles, incluyendo a sus votantes e incluso algunos de sus cargos, que aprovecharon la ley para cumplir sus sueños. Todos recordamos la vehemencia con la que se opusieron, y la forma en que se embarcaron en una especie de cruzada surrealista que no tenía ni sentido ni destino.

O incluso en los últimos acontecimientos: si en lugar de hurgar en la herida hubiesen tendido la mano, hubiesen sido más comprendidos, ya que no en vano el PP fue víctima preferente de ETA tras la última tregua y puede entenderse que no quieran saber nada de esta organización. En lugar de eso, palo. Y ya se sabe que en este país los perdedores despiertan simpatías.

No ayudó que se ausentaran de las dos manifestaciones (sobre todo después de que los otros pusieran los lemas que el PP demandó), ni que creasen una asociación de ecuatorianos justo después de los atentados, a toda prisa y corriendo. Esta clase de ventajismos no se perdonan. Tampoco ayudó el varapalo que le dieron a Zapatero en el Congreso: tal fue su magnitud que los encuestados dijeron que ganó el debate el Presidente (mi opinión es que lo ganó ETA).

Si de verdad tienen algún interés en volver a gobernar, ya pueden ir cambiando de actitud y proponer algo. Hasta el momento se limitan a criticar sin dar nada a cambio... y si siguen por ese camino, a nosotros no nos interesa que gobiernen, porque aún recordamos cómo fue su última legislatura (Prestige, LOU, Iraq, Yakolev, etc.) y no nos apetece volver por ahí.

La verdad es que son tan impopulares y ponen tanto de su parte en disgustar a la gente que parecen los malos de opereta, esos que hacen las cosas simplemente porque son malignos...

Y eso no nos conviene.

Para terminar, este fin de semana hay otra manifestación más que unos y otros tratarán de interpretar como mejor les convenga. Ya estoy viendo banderas franquistas en la portada de El País y un baile de cifras descomunal entre unos y otros.

Y todo por unas leyes que ni los unos ni los otros, cuando estaban en el gobierno, modificaron. Así que ni los unos ni los otros pueden culpar a los demás por su propia incompetencia. Mejor se estaban calladitos y se ponían a trabajar, para variar.

2 comentarios:

NANI/ Adriana Mosquera dijo...

completamente de acuerdo

NANI/ Adriana Mosquera dijo...

completamente de acuerdo